El proyecto MOBACT está desarrollando soluciones biológicas como una alternativa ecológicamente sostenible al metal para combatir el actual problema de salud pública de las infecciones hospitalarias.
La pandemia por la COVID 19 concentra actualmente todos los esfuerzos sanitarios por la magnitud que ha alcanzado. Pero sigue habiendo otros problemas de salud pública muy preocupantes para el Centro Europeo de Control de Enfermedades como las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria en ambientes hospitalarios. Los microorganismos que provocan estas enfermedades se transmiten a través de superficies de contacto y dependiendo de su naturaleza y de las condiciones ambientales pueden llegar a sobrevivir hasta varios meses en ellas, incluso tras una limpieza visualmente adecuada.
Para dar respuesta a este reto, of AIMPLAS está desarrollando el proyecto MOBACT, que cuenta con financiación de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI) y en el que también participa el Instituto de Tecnología de Materiales de la UPV, la empresa Lamberti, industrias Tayg y el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe. El objetivo del proyecto es desarrollar una tecnología capaz de reducir el riesgo de colonización de las superficies sanitarias próximas a los pacientes de forma que se logre reducir hasta en un tercio la carga de estas enfermedades que suponen un riesgo sanitario y un importante gasto público.
Las investigaciones que desarrolla el centro tecnológico van encaminadas a obtener nuevos materiales basados en sustancias activas con capacidad bacteriostática o bactericida que puedan ser aplicadas en forma de recubrimientos en mobiliario y superficie o en masa para la fabricación de productos inyectados que eviten la acumulación y proliferación de los microorganismos. Además, se va a tener en cuenta la sostenibilidad medioambiental de los materiales y se está trabajando también con compuestos de origen renovable alternativos a los de naturaleza metálica que son los que tradicionalmente se han empleado para estas soluciones por su resistencia a las altas temperaturas de los procesos de transformación.
Los nuevos compuestos biobasados se van a encapsular en matrices poliméricas que hagan posible su utilización en forma de barnices en base agua. El resultado de las investigaciones se validará en entorno hospitalario real para verificar su funcionalidad y el cumplimiento de la legislación vigente.
Este proyecto está alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, concretamente con el número 3 relacionado con la promoción de la Salud y el Bienestar, con el número 9 que tiene que ver con la Industria, Innovación e Infraestructura, así como con el número 12 para una Producción y Consumo Responsables.