Las revistas para la industria de los tratamientos superficiales y acabados orgánicos e inorgánicos dirigidas al mercado español y portugués.
Las previsiones de crecimiento para el mercado de los recubrimientos en polvo llevan años siendo de signo positivo, y tales seguirán siendo en el lustro 2021-2026.
Según el último informe de investigación «Global Powder Coatings Market – Forecast to 2026» de la web irlandesa Research and Markets, se espera que este crecimiento sea del 3,9%, con un volumen total que pasará de los 13 800 millones de dólares americanos actuales a 16 800 millones de dólares.
Esto significa que los recubrimientos en polvo están penetrando con cada vez mayor fuerza en la industria del acabado superficial. Esto no nos debe sorprender ya que, desde hace algunos años, la tendencia es la de reemplazar las pinturas líquidas por recubrimientos en polvo dondequiera que lo permitan las características tecnológicas de dichos productos que, recordémoslo, no contienen COV y son 100% sólidos.
No solo los nuevos segmentos del mercado, como los componentes para maquinaria agrícola, movimiento de tierras y vehículos todoterreno en general, eligen cada vez más frecuentemente el recubrimiento en polvo (con una o dos capas) en lugar de los ciclos de recubrimiento tradicionales de base líquida (direct-to-metal o multicapa), sino que también aquellos sectores que anteriormente no se consideraban idóneos para el recubrimiento en polvo son ahora objeto de exhaustivos estudios e investigaciones con resultados industriales alentadores. Me refiero no solo a los paneles MDF, sino también a los materiales compuestos y a determinados plásticos, materiales termosensibles en los que el límite tecnológico de la temperatura de polimerización necesaria para la fusión y posterior curado de la película de polvo se puede solventar gracias al desarrollo de polvos de baja temperatura o a polvos que polimerizan con radiación UV.
Además, el creciente uso del polvo en el sector del automóvil creará nuevas e interesantes oportunidades para los actores de este mercado. Como puede ser el recubrimiento de las baterías, de los motores y de los dispositivos de almacenamiento de energía en los vehículos eléctricos, una aplicación en la que muchos fabricantes de polvo están invirtiendo.
Por último, pero no por ello menos importante, los polvos utilizados para el recubrimiento de perfiles y láminas de aluminio disponen aún de uno de los mayores mercados del mundo en el que poder expandirse: el estadounidense, todavía fuertemente anclado a las pinturas líquidas, en parte por su legado industrial y en parte por una conciencia medioambiental todavía escasa, que no considera la sostenibilidad como uno de los principales motores del desarrollo futuro.
Dicho esto, cada tecnología de acabado, ya sea orgánico o inorgánico, tiene sus propias especificidades y características técnicas que se adaptan mejor a ciertos materiales, procesos o sectores de aplicación que a otros. La verdadera sostenibilidad productiva no se obtiene eligiendo la tecnología que parece más «ecológica» de buenas a primeras, sino la que garantice la máxima durabilidad de un producto manufacturado y la que siga siendo ecológica una vez incorporada en un proceso industrial real.
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